lundi 17 septembre 2007
Cataluña
Cataluña tiene una fuerte personalidad enraizada en una antigua historia.
Fue en Empuries, en la Costa Brava, por donde las culturas griega y romana entraron en la península ibérica, dejando tras de sí grandes monumentos, en especial en Tarragona, que fue capital de la vasta provincia Tarraconensis. Durante la Edad Media, los condes-reyes de Barcelona y Aragón formaron uno de los grandes reinos peninsulares y dominaron el Mediterráneo durante varios siglos.
Cataluña tiene una gran variedad de
paisajes. En el Pirineo, las bellezas naturales se combinan con hermosos pueblecitos presididos por sus iglesias románicas. Tanto los aficionados al arte, como a la naturaleza o al esquí, no quedarán decepcionados en lugares como el parque Nacional de Aigües Tortes, el valle de Arán o el valle de Boí. Los que buscan el mar y las playas pueden elegir entre la abrupta Costa Brava, en la que se encuentran desde grandes centros de veraneo y diversión hasta pequeñas y tranquilas poblaciones, o las largas playas de la costa Daurada, en la que también abundan los monumentos romanos. En el interior se encuentran grandes monasterios, como Poblet o Montserrat, hermosas ciudades medievales como Girona, Besalú o Montblanc, y multitud de lugares interesantes. La ciudad de Barcelona ofrece además de los monumentos históricos de su casco antiguo, magníficos edificios modernistas y una variada oferta cultural y de ocio.
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